lunes, 31 de agosto de 2015

JOY DIVISION - UNKNOWN PLEASURES (1979)


El 15 de Junio de 1979 fue publicado por Factory Records el mítico album debut de JOY DIVISION: 'Unknown Pleasures'.

Joy Division sólo necesitaron cuatro días y medio para registrar los temas de su album debut en los Strawberry Studios de Stockport. Martin Hannett se encargó de la producción.

"Grabamos el disco en directo. La música estaba alta y pesada, y nos parecía que Martin la había suavizado, especialmente las guitarras. La producción impuso esta oscuridad sobre el disco: hicimos un cuadro en blanco y negro, y Martin lo coloreó por nosotros. Nos disgustó, pero a Rob -Rob Gretton, su manager- le encantó, a Wilson -Tony Wilson, propietario de Factory- le encantó, a la prensa le encantó y al público: ¡éramos sólo los pobres estúpidos músicos que escribieron eso! Nos tragamos nuestro orgullo y lo aceptamos" - Bernard Sumner

El album obtuvo críticas alentadoras de la prensa especializada. Fueron diez mil copias las que se editaron de Unknown Pleasures en un primer tiraje a un costo de 8,500 libras pagadas por Tony Wilson quien invirtió hasta su último centavo. De hecho, hasta que no se vendieron las diez mil copias de la primera edición, Factory no pudo afrontar un nuevo tiraje para satisfacer la demanda de discos en las tiendas. Tres años después de su edición, Unknown Pleasures había vendido 100 mil copias.

Al margen de las ventas, el debut de Joy Division mostraba mensajes inspirados en las obras literarias de Nietzsche, Aleister Crowley, Kafka y Sartre entre otros, así como en vivencias del entorno urbano. Música dolorosa, corrosiva, brutal, marcada por el drama emocional y la oscuridad existencial, reflejo del espíritu depresivo y autodestructivo de Curtis, exagerado y obsesivo en sus letras.

"Ian Tomó una dirección. Quería hacer música extrema: deseaba comportarse de un modo totalmente extremo sobre el escenario, sin medias tintas. La influencia de Ian parecía ser la locura y la demencia. Decía que un miembro de su familia había trabajado en una institución mental y que solía contarle cosas sobre la gente que había allí: personas con veinte pezones o dos cabezas, y esto le impresionó mucho" - Bernard Sumner

Unknown Pleasures irradia aún hoy destellos de energía a raudales, como en la energética 'Disorder' que abre el disco magistralmente, seguida por la desgarradora 'Day Of The Lords' y la hipnótica 'Insight' con sus ráfagas de electrónica a cargo de Bernard Sumner desde los sintetizadores, y el bajo monocorde de Peter Hook acompañando la quejumbrosa voz de Ian Curtis -grabada por Hannett desde un teléfono- la cual refleja la angustia e inseguridad que ya empezaba a apoderarse de él. La delirante 'New Dawn Fades' cierra la primera parte de Unknown Pleasures. La técnica de producción de Hannett en todo el disco, es notable. Brillante. Hannett incluye sonidos amplificados y procesados a partir de roturas de botellas y crujidos. También efectos de reversa, delay y rebote en las guitarras y hasta en la voz de Ian, como en la canción 'She's Lost Control' que abre la segunda parte del disco y que fue inspirada en una chica que tuvo un ataque de epilepsia. Ian quedó impresionado pues padecía de la misma enfermedad que él, y cuando fue a visitarla, se dio con la noticia que aquella chica se había suicidado. Esta trágica canción posee además un gran riff. 'Shadowplay' en tanto, tiene una introducción tremendista de ritmo ascendente y magníficas cuerdas, de lo mejor del album con su ambiente tétrico y efectos relampagueante. Otras buenas canciones son 'Wilderness' con sus guitarras afiladas, la furiosa 'Interzone' a dos voces y cerrando el disco, la siniestra 'I Remember Nothing'. Sin duda, una obra maestra de principio a fin.

A pesar de su condición de innovadores y del culto que arrastraban en sus shows, la crítica especializada fue dura con Joy Division, tildándolos de depresivos, confusos, oscuros, ambiguos y obsesivos, calificativos que poco más tarde serían tomados como elogios. Las estaciones radiales no tomaban interés en sus producciones. Solo un DJ transmitía su música: el imbatible John Peel, toda una leyenda dentro del ambiente under Británico. Todo esto le importaba muy poco a Curtis, quien mostraba repulsión por la industria y los medios de difusión. No concedía entrevistas ni fotos, los datos en las fundas de los discos eran casi nulos, los diseños de sus portadas, ciertamente, serían fuente de inspiración para discográficas independientes en los años 80: no rostros, no letras. Otra de las particularidades de Joy Division fue la de lanzar en singles canciones no incluidas en los albums, práctica común y posterior en muchos grupos. Se trató de una banda realmente revolucionaria, tanto en música como en actitud, debido fundamentalmente a la personalidad de su líder, Ian Curtis. Este album debut sirvió de punto de partida para muchas ideas que otros músicos desarrollarían en cuestión de meses. De hecho la influencia de esta banda marca toda la década de los 80 y como sabemos, llega hasta nuestros días.

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